El título de este post se refiere a una frase que me escribió Niño Lava en uno de sus primeros comentarios en mi blog; una frase que se quedó grabada a fuego en mi memoria. Una de esas frases que se van comprendiendo de una manera más profunda a medida que vamos avanzando en nuestra vida y que te sorprende en momentos inesperados en los que adquiere la plenitud de su significado porque la interiorizas, la haces tuya y la contextualizas a un momento concreto de tu vida.
Hace poco; más bien el fin de semana pasado, una experiencia me ha hecho reflexionar al respecto. Me explico: conocí a un chico, quedamos un par de veces, estuvimos muy bien juntos pero luego las cosas se torcieron, se dio cuenta de que no estaba seguro al 100% de lo que sentía, y prefería no ir más allá para no hacerme daño.
Obviamente al vernos en un par de ocasiones la "ruptura" si es que se puede llamar ruptura a una historia que únicamente estaba en fase de gestación no fue traumática, acepté sus razones, y las entiendo (porque a mí me pasó lo mismo en cierta ocasión veáse -si se quiere- el post de Mea Culpa), no le guardo rencor, no me considero una víctima, y le agradezco su sinceridad, su valor para exponerme con claridad sus sentimientos, y ¡por qué no! por habérnoslo pasado de puta madre los dos juntos.
Fue muy considerado y me dijo varias veces que lo sentía. Hay una gran verdad: uno no puede luchar contra lo que siente, y los sentimientos se pueden confundir aún a nuestro pesar. Es fácil equivocarse, y no tan fácil darse cuenta a tiempo. Luego hablemos con normalidad y la cosa quedó ahí, algo que no pudo ser.
Con ello no quiero decir que estuviera alegre como unas castañuelas, ya que todos sabemos que no es fácil digerir que algo acabe tan pronto, pero lo mejor es aceptarlo sin darle más vueltas y quedarte, en la medida de lo posible, con un buen sabor de boca.Le dije que no me tenía que pedir perdón porque no me había hecho daño, y le agradecí su sinceridad. Yo estaba muy bien con él y me hubiera gustado conocerle más pero hay veces en que te toca perder y aceptar la derrota, que no es derrota, sino más bien una situación que se da en la vida y que tenemos que aceptar. No me consideré una víctima, ni alguien a quien habían engañado, simplemente hay cosas que no se pueden dar y punto.
Y ese es el dolor al que me refiero, que a pesar de ser a priori negativo tiene otra dimensión de la que no somos conscientes, ya que precisamente en ese dolor, en ese mal momento que nos toca a todos pasar una vez u otra, hasta que digieres y asimilas la situación que lo provoca, descubres a través del mismo cosas buenas ; descubres la importancia que tienen tus amigos en tu vida, que te llaman, que se preocupan por tí, y descubres que a pesar de todo siempre los tienes a ellos y te consideras afortunado porque sabes que al menos una de las cosas en tu vida la has hecho de puta madre, descubres que hay que seguir tirando para adelante y que no deja de ser un golpe que no te mata per te hace más fuerte. Como dijo NIÑO AVALON en su último post, hay que ir con la cabeza bien alta y mirar de frente.
Como sabéis hace poco tiempo salí del armario y estoy teniendo mis primeros encuentros, y tengo que intentar aprender de ellos. Han pasado unos cuantos días desde que sucedió; seguramente si hubiera escrito lo que me sucedió en el mismo día no hubiera visto las cosas con perspectiva y me hubiera dejado llevar por un impulso fatalista; hubiera consierado que mi vida era una puta mierda y que siempre me pasa lo mismo, que el problema está en mí y que me quedaría solo toda la vida, pero tomé la decisión de meditar antes de escribir, de pensar, de digerir, aún no sabía qué o cómo iba a escribir el post pero sabía que tenía que hacerlo, que necesitaba hacerlo es mi diario ¡y de eso se trata!.
Mi blog, mi diario y en general escribir es para mí una válvula de escape, un desahogo, necesito hacerlo, no busco gustar más o menos o crearme un personaje, simplemente intentar entender el porqué de mis actos, ordenar mis pensamientos, mis emociones y compartirlas con el que me quiera escuchar y por ende ser testigo, cómplice y amigos de otros que me lean o a los que lea o me cuenten lo que les sugieren mis post.
Esta misma mañana, aún sin saber por donde irían los tiros de repente me vino a la mente la frase de Niño Lava "La vida es un camino de dolor", y como si fuera una película de repente todas las emociones que fluían en mí a resultas de dicha situación, desde la incredulidad, las dudas, los miedos, la inseguridad, la rabia, la pena, la resignación pasando por la serenidad que implica la aceptación del hecho se resumieron, se condensaron encontrando su parte en dicha frase.
Es una frase que me toca la fibra sensible y que me emociona. La vida es un camino de dolor, y el dolor que supone que las cosas no sean como te hubieran gustado es una manifestación del mismo.
Aceptar, convivir con ese dolor no es más que un primer paso para seguir adelante, y con el tiempo aprender de él.
¿Qué he aprendido de esta experiencia? (mi primera relación Kleenex xddd) que no se trata de buscar culpables ni en el otro y lo más importante NI EN UNO MISMO, simplemente se trata de aceptar la situación y con ella el DOLOR que comporta; en este caso el dolor es múltiple, por un lado la conciencia de que tienes que empezar de nuevo y recomponerte, por otro el descubir nuevas sensaciones enterradas, disfrutar de ellas y tener que adormecerlas de nuevo hasta encontrar a alguien que las despierte de su letargo (como por ejemplo la necesidad de abrazar y de besar); volver a exponernos al mundo y al trasiego del camino. Pero también debo reconocer que ese dolor me hace sentir que estoy vivo, que tengo mis miedos pero ¡HAY QUE TIRAR PARA ADELANTE!, si comparo como estoy a como estaba hace tiempo creo que he salido ganando, ahora mi dolor es CONSECUENCIA de mis actos, porque las emociones que lo ocasionan son auténticas, son reales y el miedo no las neutraliza, antes el dolor consistía en la no aceptación de una realidad, la mía propia, ahora el dolor es consecuencia de ella, de mi actuación dentro de ella, es real y no fruto de una negación.
Sufro ergo estoy vivo, no escondido en mis miedos. Con eso me basta, sigo mi camino y no me escondo. No renucnio a seguir buscando.
Y no quiero quedar de víctima, no quiero buscar culpables donde NO LOS HAY, no quiero diseñar un papel o ser mejor persona de lo que en realidad soy, simplemente intento aceptar las situaciones como se dan e intentar si me hacen daño, aunque sea involuntario, si sufro, no renunciar a ser YO MISMO. No quiero renunciar a mis sueños, no quiero no tener esperanza, porque si la ilusión de conocer a otro se ve enturbiada por el escpeticismo me apagaré y no quiero consumirme.
El dolor me ayuda a conocerme, me ayuda a saber cuales son mis límites.
Sigo caminando, algunas veces me tropezaré, otras me tocará ir solo, otras alguien me tenderá la mano, pero NO PERDERÉ mi senda, aunque sea a través del dolor que me haga abrir los ojos.
Y yo sigo caminando, porque lo importante no es la meta sino el camino, y quiero caminar mientras me queden fuerzas, aprendiendo a través de mi dolor.
Muchas gracias, por caminar conmigo!!!!!1.